5.18.2010
Dicen que los locos somos aquellos que hacemos actos inesperados en una sociedad convencionalista.
Se han determinado normas de comportamiento que rigen diariamente el comportamiento de las personas.
Creemos que con decir o actuar de una manera determinada nadie nos volteará a ver raro y las cosas seguirán funcionando con la normalidad permitida.
Sonreír, llegar puntual, tratar bien a la gente, ser amable, ayudar al que lo necesita, detenerse y cruzar la calle con la señora de edad avanzada que no logra que los autos se paren, hacer bien el trabajo, dar el máximo esfuerzo en lugar del mínimo, comer comida sana, comer en casa, hablar con tus papás como si fueran tus amigos, confiar en la bondad de las personas, ser inteligente y noble, querer hacer un cambio partiendo de modificar mi conducta en lugar de pedir a los demás que modifiquen la suya, no dar mordida, no tirar basura, votar, ser un buen ciudadano, sentirte orgulloso de ser mexicano, convivir con tu familia, ser discreto, confiar en tus amigos, ser digno de la confianza de otros, cantar en el coche, divertirte con tu trabajo, amar lo que haces, devolver la tarjeta que se quedó en el cajero, cancelar la tarjeta si hay una operación en proceso, creer que los niños aún tienen un futuro... podría seguir enumerando cosas que hoy en día parecen ser anormales.
En las noticias... Secuestraron a un ilustre personaje, padres que enturbian el misterio de la muerte de su hija, tenemos que comprar productos que son derechos constitucionales, somos el país con más obesidad, somos el país con más violencia (que no esté en guerra), tenemos miedo de salir a la calle sin resultar heridos, robados o sobornados, nos hablan de ignorancia y nos hacemos pasar por ignorantes.
Es más cómodo que sigamos exigiendo a los políticos "hacer su chamba", porque no la hacen, cierto... pero más cierto es aquello que dice "Cada pueblo tiene el gobierno que se merece".

  • Tenemos gobernantes ladrones- Muy bien, empecemos a hacer que los niños vean el ejemplo, no demos mordida, no les digamos que no digan nada cuando ven que al señor de enfrente se le cayó el dinero, no riamos de juegos infantiles de aparente inocencia en el que le roban el lunch al compañero o piden recompensa por mochilas perdidas.
  • Somos un país sucio- Perfecto, no tiremos chicles, ni siquiera la envoltura aunque sea biodegradable, reduzcamos nuestro consumo de agua, dejemos de atender nuestras necesidades en lugares público no autorizados para ello, hagamos que el niño de al lado recoja el bote de jugo que se acaba de terminar, la paleta helada tiene un palito que debe ir a la basura más no directo al suelo. Incluso el resto de nuestra manzana no debería estar rodando en la calle. Si se nos cayó el kleenex "accidentalmente" digamos gracias  a la señora que nos acaba de avisar del percance. 
  • Los que están al mando son unos ignorantes- Cierto! Hagamos que los niños estudien, hay que exigir a las escuelas públicas y privadas que se cumplan las horas de clase, que haya maestros preparados, que le exijan a los jóvenes y niños la asistencia, puntualidad, entrega de tareas, no copiar en el exámen, tener orden y disciplina, ser saludables. Respetar a sus compañeros. Vamos a enseñarles a cosechar inteligencia.
  • No hay respeto a los demás- Afirmativo. Vamos a bajarle a nuestro nivel de aceleración y hagamos alto total en los lugares indicados para que no haya necesidad de poner topes infranqueables. Cuidemos los pasos de peatones, respetemos a los ciclistas y motociclistas, conduzcamos con moderación, adiós a las mentadas de madre y al uso continuo del cláxon. No dejemos que la cólera se encargue de nosotros hasta que lleguemos a bajarnos del auto y liarnos a golpes con el conductor vecino. Enseñemos a nuestros hijos que no siempre gana el más fuerte, que la inteligencia es la solución y la agresividad la respuesta del ignorante. Digamosle que no es necesario que se burle de sus compañeros para que prevalezca su opinión y lo respeten. Gritemos menos.
  • Somos un país inculto- Visitemos los museos, vayamos al teatro, leamos, pintemos, cultivemos nuestra mente y nuestro cuerpo en ejercicios sanos y en familia. 
Tenemos que darnos cuenta de que nosotros somos y seguiremos siendo ciudadanos, que el cambio debe empezar de adentro hacia afuera, no sólo haciendo marchas, pidiendo cosas, exigiendo. Sino Cambiando.
Seamos conscientes de que es nuestra responsabilidad ser mejores, hacer un mejor país, un mejor mundo.
Confiemos en que tenemos la capacidad de lograrlo y de hacer de este país un orgullo mundial, un modelo a seguir. Tenemos infraestructura, medios naturales, fuerza laboral, gente buena... sólo falta ponernos en acción.
Somos un país que se duerme en sus laureles, un país que no opina, o que opina mucho pero que no actúa, somos un pueblo que se sienta a esperar el próximo cuento para validar nuestra vida, somos un país que queremos todo pero no hacemos nada.
Tomemos las riendas de nuestras acciones y poco a poco construyamos una nueva realidad.




"La locura es feliz de saber que la única solución a sus problemas es el suicidio pues sabe que no cometerá tal acción pues ésta requeriría un poco de cordura"