Ahí me tienen sentada en una butaquita en la compañía del buen Carlitos, dispuestos ambos a disfrutar de los simpáticos y ya muy gastados personajes de Springfield; pero cuestionando en mi inteiror si no habría sido mejor ver cualquier otra. Al fin comienza la película que no se preocupen, no les contaré, cuando apenas a los 10 minutos y con toda calma entran dos CINEPOLITOS (dicese de los personajes que ahí laboran), a despejar la sala, así que nos pidieron muy amablemene que "con toda calma se dirijan a la salida, por las puertas de emergencia, pues tendremos que evacuar el cine". Así es muchachos, ni siquiera empezábamos a calentar el asiento cuando ya nos estaban sacando.
Y bueno, pues qué les cuento salimos tranquilitos todos, la verdad es que la gente no se pone tan loca como dicen, todo mundo iba bastante calmado sin entender porque y ni quejas, gritos y sombrerazos, ni pa reponer lo del cine, pero eso sí todo mundo un poquito amontonado a la entrada del magno santuario del séptimo arte para ver cuando podían regresar a ver su película, pero como les menciono todo con calma.
Lo que es de apreciar es que pese a que parece que nuestros cuerpos de emergencia no son tan eficaces, apuesto por lo contrario pues ahora sí se agilizaron y ahí estaban inmediatamente 3 ambulancias de protección civil, varias otras camionetas de esa misma institución, guardia municipal y hasta policías con armas largas y toda la cosa, ágil el movimiento de nuestros agentes.
Y todo para que resultase una falsa alarma. Una señora, señorita, chamaca o como usté guste llamarle llegó a gerencia con un extraño artefacto, y montando un buen teatrito pidió todo el dinero que estaba en las cajas o de lo contrario haría explotar el aparatito. Pues bien, resulta que de alguna forma la doña se fugó sin un peso en la bolsa, logrando tan solo el gran despliegue que hubo, que repito es de reconocerse.
Al final resultó que tanto esfuerzo fue en vano, así que ni acción, ni cine... mejor me vine a trabajar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 notas al pie:
Jajaja!! ¡Qué buena experiencia! Yo siempre he soñado con estar en un asalto de banco o un ataque terrorista siempre y cuando no me pase nada, sólo el susto!!
Saludos mi estimada Ms. Monsalvo!
¿Cómo que "cuestionando en mi interior si no habría sido mejor ver cualquier otra"?
A la otra no te llevo al cine.
Luli! Gracias por la vuelta bloguera y k gusto saber que resististe a los intentos terroristas que existen en nuestro país (veáse gente que intenta asaltar cines de provincias con cajitas hechas en casa). Espero que puedar terminar de ver los Simpsons y nos de tus opinión.
Saludos =)
luli luli!!! chido ayer la nadada y la asoleada =) Me encantó tu historia de cinépolis! un abrazote
Publicar un comentario